sábado, 2 de septiembre de 2017

Determinación de la normalidad: cuatro aproximaciones.

Introducción


Durante los años 2014, 2015 y 2016 se consumió en la República de Guatemala una gran cantidad de gasolina regular. Los datos mensuales de estos tres años se tabulan en la siguiente tabla:


Tabla 1. Consumo de Productos derivados del petroleo.

Se procederá a determinar la normalidad de esta serie de datos mediante cuatro métodos: dos visuales (campana de Gauss y Q-Q Plot) y dos analíticos (prueba de Shapiro-Wilk y la prueba de Smirnov-Kolmogorov).


Campana de Gauss


Para determinar la normalidad de la serie de datos de la tabla 1, se procede a estandarizar los mismos utilizando la definición de la variable estandar Z:
Los datos estandarizados se plotean utilizando un plano cartesiano con un eje horizontal donde se establece la variable estándar Z y en el eje vertical se encuentra la densidad de probabilidad. Se puede observar que la serie estandarizada se ajusta a la campana de Gauss y puede inferirse por este método grafico que esta serie es normal. Naturalmente el área bajo esta curva o campana de Gauss entre dos valores de Z es la probabilidad para un evento de esta variable aleatoria.


Prueba de Shapiro-Wilk



Se determinará la normalidad utilizando un método analítico llamado la prueba de Shapiro-Wilk.

Como primer paso, se plantea la hipótesis nula y la hipótesis alterna

Realizando la prueba de Shapiro Wilk, a una significancia del 5%, se obtiene el valor "p" de la variable "barriles de gasolina regular"

p= 0.0050.

Para esta prueba se determina

0.0050 < 0.05

y por lo tanto se rechaza la hipótesis nula. Según la prueba de Shapiro-Wilk, los datos del consumo de gasolina regular durante los años 2014, 2015 y 2016 no están normalmente distribuidos.


Q-Q Plot


Ahora se procede a realizar otra prueba (visual) de normalidad y se utiliza un grafico llamada "Q-Q Plot". La particularidad de este grafico es que en el eje horizontal están los datos estandarizados de la variable "barriles de gasolina regular", es decir, sus valores asociados de Z; y en el eje vertical están los datos originales de la misma variable. En otras palabras se plotean los datos estandarizados vs. los datos originales. Para que la serie de datos (puntos azules) sea normal debe estar lo más cerca de la recta de color rojo. Se observa que para esta recta su coeficiente de determinación es 0.9387, es decir, que bajo el punto de vista de este parámetro la serie de datos puede considerarse normal por tener dicho coeficiente cerca del número uno.




Prueba de Kolmogorov-Smirnov



Se determinará la si la serie de datos "gasolina_regular" está distribuida normalmente utilizando la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Se plantea la hipótesis nula y la hipótesis alterna:
El resultado de la prueba es un valor para p

p= 0.3580,

comparando este resultado con el nivel de significancia 0.05

0.3580  > 0.05

se acepta la hipótesis nula. La serie de datos si está distribuida normalmente.

Conclusiones


Se tienen las siguientes conclusiones:

1. Para la prueba de la campana de Gauss: los datos estandarizados muestran un ajuste a la campana.

2. Para la prueba de Shapiro-Wilk: utilizando esta prueba no paramétrica, es decir que no necesita de parámetros como el promedio o la varianza, determina que la función empírica y la función de distribución acumulada tiene un alto error entre sí.


domingo, 16 de abril de 2017

Dios está preocupado

Dios está preocupado
pues el Apocalipsis está
cerca de comenzar.

Dios está preocupado
por la nota de su 
proyecto final: El universo.

Dios está preocupado,
no sabe si el profesor
lo reprobará.

Dios está preocupado
pues el universo parecía
una idea rentable,
a largo plazo.

Dios está preocupado,
no sabe si aprobará
el semestre. Pecó de
arrogante. Sus compañeros
se burlan de él.
No duerme por las noches.
El insomnio lo agota.

Dios está preocupado,
al parecer se da cuenta
que hubieron ideas mejores.
Solo queda ser el hazmerreír.

Dios está preocupado,
depura los bugs
sigue escribiendo código
sigue compilando.
Espera con ansías el
próximo semestre.




domingo, 26 de marzo de 2017

Física, leyes y decretos.

Hace un largo rato que no escribo en el blog por falta de tiempo debido a mi nuevo -y emocionante- trabajo -al menos por este año- como Inspector Auxiliar en el Departamento de Protección y Seguridad Radiológica (DPSR) en la Dirección General de Energía (DGE) del Ministerio de Energía y Minas (MEM). Escribo emocionante porque no solo estoy desempolvando mis conocimientos de física nuclear y radiaciones, sino que también sigo aprendiendo cosas nuevas y apoyando en las actividades que requiere el Departamento.

Cuando era estudiante de la licenciatura en Física lleve cursos de física nuclear y otros cursos con tópicos referentes a las radiaciones. Allí uno aprende sobre la teoría de la interacción de la radiación ionizantes -como se produce- con la materia. Los principios básicos de protección radiológica, etc. Pero desde el lugar y la visión de trabajador, creo firmemente que los cursos deberían también tener en cuenta los marcos reguladores nacionales para las distintas áreas que incluyen leyes, como por ejemplo: Ley para el Control, Uso y Aplicación de Radioisótopos y Radiaciones Ionizantes – Decreto de Ley 11-86, solo para mencionar el decreto más importante para Protección y Seguridad Radiológica, por decirlo de alguna forma. En esta ley y en otros decretos, reglamentos y acuerdos gubernativos, se escudriñan temas sobre actividades que están permitidas, la capacitación del personal, la seguridad física, personal cualificado, el almacenamiento de desechos radiactivos, emergencias, etc.

¿Por qué a un físico debería importarle esto? ¿Cuál es el objetivo de tocar estos temas legales y jurídicos? La respuesta es simple: debería importarle porque la ley, a través del Órgano Regulador que en este caso es la DGE, es la que le autoriza y licencia para ejercer un trabajo y también determina el alcance de sus funciones según la preparación y la experiencia para los diferentes tipos de práctica relacionadas al uso de fuentes radiactivas y/o equipos generadores de radiación, tanto como para la medicina y la industria pasando desde las prácticas extremedamente peligrosas a las de menor riesgo.

¿Por qué a las universidades deberían importarle estos temas también? La universidad como formador de profesionales a nivel técnico, licenciatura y posgrado, deben fomentar la cultura de seguridad y protección para prácticas con radiaciones ionizantes. De esta cultura dependerá la salud de los trabajadores ocupacionalmente expuestos -tanto físicos médicos, médicos, técnicos, enfermeras, etc.- y del público en general.

Aún queda muchísimo trabajo por realizar. La tarea es titánica pero me gusta verla como un reto que sin lugar a duda podrá resolverse. Peco de optimista.